¿Tiene ese problema mi hijo(a)?

Los niños son tema principal para algunos padres, aunque con el tiempo han cambiado las formas de

brindarles atención, y el deseo de tener a un hijo “normal” genera inquietud debido a la variedad de problemas infantiles o trastornos descritos por la psiquiatría infantil.

Albert Schweitzer Filósofo, médico y escritor alemán (1875-1965) dice: “Según vamos adquiriendo conocimiento, las cosas no se hacen más comprensibles, sino más misteriosas.” De tal forma que la facilidad con la que se accesa a la información no tranquiliza sino que da incertidumbre.

Es común que los padres investiguen en internet antes que consultar a un especialista, de hecho es un hábito muy popular desde que el internet facilitó la investigación desde un móvil. Desafortunadamente no todo lo que se encuentra en internet está clasificado, se puede encontrar desde ejercicios útiles para los hijos, hasta noticias nunca antes vistas o registradas de comportamientos infantiles.

Existen disciplinas profesionales que a lo largo de la historia han recopilado información con respecto a lo esperado en el desarrollo del niño y han creado pruebas que ayudan a detectar si existe una dificultad significativa.

Las pruebas de desarrollo infantil busca detectar los comportamientos normales de los niños a cierta edad pero eso no significa que si no los desarrolla no los podrá desarrollar después, ya sea con una terapia especializada o por él mismo. Existen pues niños que adquieren el lenguaje hasta los 2, 2 ½ ó 3 años, así como existen niños que adquieren un gran número de palabras desde 1 ½ años. De igual forma en la interacción con sus amigos y familia suele variar según sea el apego con los padres y las vivencias familiares.

Un dato importante es la comparación con los demás, que si bien da una referencia de lo que se espera del niño, también puede entorpecer la visión del desarrollo individual que se debe tener con respecto a hermanos, primos o amigos, es decir; cada niño tiene sus formas y tiempos de adquirir habilidades, decir: “a esa edad su hermano ya hablaba” únicamente genera ansiedad en los padres y presión en el hijo. Y es precisamente esto lo que da lugar a la inquietud de los padres, la información, la comparación con los demás y las expectativas que ésta genera.

Es recomendable si se tiene duda del desarrollo de los hijos acudir con un especialista como psicólogo, pediatra o terapeuta de lenguaje y buscar varias opiniones. Si se detecta alguna anormalidad en el niño a tiempo, existen altas probabilidades de recuperación o disminución de los síntomas. Nunca etiquetes a tu hijo aunque tenga un diagnóstico, pues el diagnostico sólo te ayudará a saber qué hacer para ayudarlo en su desarrollo.

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